Estoy empeñado en comer sano pero sin dejar de comer cosas que me gusten.
Me he acordado de Elvira, una señora del pueblo de mi padre, Priego de Córdoba, que hacía unas morcillas de cebolla realmente espectaculares.
Y me he puesto a recordar el sabor de la morcilla y buscando en la memoria he ido enumerando los sabores de aquella morcilla: cominos, cebolla, el punto de pimentón...
Entonces, me he dicho, "tengo que hacer ese sabor pero para poder comerlo siempre sin remordimiento". Así que me he puesto manos a la obra.
Esta receta la he cocinado en la Thermomix pero para los que no la tengan, deciros que cuando terminéis el sofrito se puede batir en una batidora convencional y saldrá con textura parecida (evidentemente el sabor será igual).
Ingredientes:
- 1 calabacín grande ó 2-3 pequeños
- 5 dientes de ajo
- 1 cebolla grande ó 2 pequeñas
- 1/2 cucharada de sal
- Aceite (1/2 cubito TH - 5 cucharadas de aceite)
- Comino (1 cucharadita colmada)
- Pimentón dulce (1 cucharadita colmada)
- 1 clavo de olor machacado
- 1 punta de cucharadita de nuez moscada
- 4 pimientas machacadas
- 1 sobrecito de tinta de calamar
1 cucharadita de polvo de agar-agar o 1/2 sobre de gelatina neutra
Pelamos y cortamos en trozos grandes la cebolla y los ajos y trituramos 2 segundos en velocidad 5.
Añadimos el aceite y programamos la TH: 10 minutos, velocidad 2-3, temp: 90º
Cuando termine, añadimos el resto de ingredientes y programamos: 15 minutos, velocidad 3-4, temp 100º
Dejar enfriar y untar en tostas de pan.
Recuerda esto porque quizá se te olvide cuando te la estés comiendo: ES VERDURA!!!!
Qué rica la morcillita |
Que te den morcilla... con cervecita, claro |